Día Mundial del Olivo

Hoy, 26 de noviembre, celebramos el Día Mundial del Olivo, una festividad que nos invita a reflexionar sobre la importancia milenaria de este árbol emblemático.

¿Listos para sumergirnos en la fascinante historia que conecta al olivo con la antigua Grecia y la próspera provincia de Jaén?

El olivo en la Antigua Grecia, un regalo de los Dioses

Viajemos atrás en el tiempo, hasta la antigua Grecia, donde la mitología tejía historias que perduran hasta nuestros días. Según la leyenda, la diosa Atenea otorgó al pueblo griego el primer olivo como regalo. Este árbol, símbolo de paz, sabiduría y prosperidad, rápidamente se convirtió en una parte integral de la vida diaria y la economía de la región.

Los antiguos griegos veneraban al olivo no solo por su fruto, las preciadas aceitunas, sino también por el líquido dorado que fluía de ellas: el aceite de oliva. Este tesoro líquido no solo tenía aplicaciones culinarias, sino que también era utilizado en rituales religiosos y como ungüento en la medicina tradicional.

Jaén, capital mundial del Aceite de Oliva

Milenios después, en la soleada provincia de Jaén, España, la historia del olivo continúa, y la conexión con la antigua Grecia sigue viva. Jaén, conocida como la "Capital Mundial del Aceite de Oliva", es hogar de extensos campos de olivos que pintan el paisaje con tonos plateados y verdes, creando una estampa digna de contemplar.

La rica tradición oleícola de Jaén se remonta a siglos atrás, donde la cultura del olivo se ha transmitido de generación en generación. La combinación única de suelo, clima y cuidado artesanal ha convertido a Jaén en un epicentro de producción de aceite de oliva virgen extra de la más alta calidad.

El proceso de producción: arte y ciencia en cada gota

El aceite de oliva virgen extra de Jaén no es solo un producto, es el resultado de un proceso artesanal que combina la experiencia de los agricultores locales con la más avanzada tecnología. Desde la recolección de las aceitunas hasta la extracción del aceite, cada paso es crucial para preservar la pureza y calidad del producto final.

En este Día Mundial del Olivo, celebramos la historia que une a este árbol con la antigua Grecia y a la tierra fértil de Jaén. Cada gota de aceite de oliva virgen extra es un tributo a la dedicación de los agricultores, al clima generoso y al legado que han heredado.

¿Cómo podemos celebrar este día de manera significativa? Una sugerencia es disfrutar de una degustación de aceite de oliva virgen extra, explorando los matices y sabores que cada variedad ofrece. También podemos rendir homenaje a los agricultores locales, cuyo arduo trabajo contribuye a mantener viva la tradición del olivo en Jaén.

Este árbol trasciende el tiempo y las fronteras, conectando la antigua Grecia con la ciudad de Jaén. Cada botella de aceite de oliva virgen extra es un puente entre el pasado y el presente, un tributo a la rica herencia cultural y culinaria que celebramos con gratitud y alegría.